Marta
Juan, Victor
Pregunta Ediciones
Besos, risas y palabras.
Sin más.
Esa era la fórmula que convertía cada tarde en una aventura.
Le gustaba la fuente que representaba a dos jóvenes que caminaban cogidos del brazo bajo un paraguas insuficiente para protegerlos de una lluvia eterna.
Conoció a aquella pareja al mismo tiempo que conoció a Marta.
En realidad, empezó a conocerlo todo mientras la descubría a ella.
Enseguida supo que cuando se comparte un paraguas como ellos lo compartían, se podía compartir la vida entera.
Ahí estaban desde hacía treinta años: con la edad incierta de los enamorados, pendientes el uno del otro, ajenos al ruido y a las miradas, ajenos a todo mientras llovía ternura sobre su paraguas .
Marta, de Víctor Juan
Sin más.
Esa era la fórmula que convertía cada tarde en una aventura.
Le gustaba la fuente que representaba a dos jóvenes que caminaban cogidos del brazo bajo un paraguas insuficiente para protegerlos de una lluvia eterna.
Conoció a aquella pareja al mismo tiempo que conoció a Marta.
En realidad, empezó a conocerlo todo mientras la descubría a ella.
Enseguida supo que cuando se comparte un paraguas como ellos lo compartían, se podía compartir la vida entera.
Ahí estaban desde hacía treinta años: con la edad incierta de los enamorados, pendientes el uno del otro, ajenos al ruido y a las miradas, ajenos a todo mientras llovía ternura sobre su paraguas .
Marta, de Víctor Juan