Queronea
Rubio, Laura
GP Ediciones
La ciudad de Queronea, abrazada por su propios muros, calla y contiene el aliento.
El viento trae el olor de una tormenta lejana que todavía no se ha desatado.
Pero los cuervos saben que está próxima, y se arremolinan en los cielos.
El trigo se agita con el suspiro de los dioses, y en la orilla de ese mar dorado, una ola se alza, hecha del sonido de los cuernos y el relinchar de los caballos.
La batalla ha comenzado
El viento trae el olor de una tormenta lejana que todavía no se ha desatado.
Pero los cuervos saben que está próxima, y se arremolinan en los cielos.
El trigo se agita con el suspiro de los dioses, y en la orilla de ese mar dorado, una ola se alza, hecha del sonido de los cuernos y el relinchar de los caballos.
La batalla ha comenzado